Con una elegancia deslumbrante y una alegría contagiosa, las Negritas Puloy de Montecristo se tomaron el escenario del Cumbiódromo de la Vía 40 para abrir la Gran Parada de Comparsas de Fantasía y Tradición con un espectáculo lleno de color y tradición.

Desde su humilde inicio hace cuatro décadas, bajo la inspiración de Natividad López de Altamar, las Negritas Puloy de Montecristo han evolucionado para convertirse en un símbolo del empoderamiento femenino y la celebración de la cultura barranquillera.

La historia de esta comparsa se remonta a los años 60, cuando Natividad comenzó con un simple disfraz individual, pero con el tiempo, su visión atrajo a más personas, fortaleciendo el grupo y dando lugar a una tradición en la identidad del Carnaval de Barranquilla.

En la segunda generación, las hermanas Isabel Muñoz Vásquez y Marta Cecilia Muñoz Vásquez tomaron las riendas de la comparsa, marcando una nueva era de liderazgo y creatividad. Desde entonces, las Negritas Puloy de Montecristo han sido reconocidas como una de las principales comparsas del Carnaval, con su distintivo maquillaje artístico y sus vibrantes vestuarios que reflejan la esencia femenina barranquillera.

María Marcela Molina Muñoz, representante de la tercera generación, comparte con orgullo la evolución de la comparsa a lo largo de los años. Desde los primeros disfraces improvisados hasta los elaborados trajes de hoy en día, las Negritas Puloy de Montecristo han mantenido viva la esencia de la rebeldía y la independencia femenina que inspiró su creación.

“Las Negritas Puloy de Montecristo nacen de las ganas de querer ser independiente, que pudiera disfrutarse sola el Carnaval, porque antes no estaba bien visto que las mujeres fueran solas a una caseta, a una verbena, sino que tenían que ir con su pareja, con su esposo o con algún familiar masculino. Y ella, en forma de rebeldía, quiso mostrarse y decir que las mujeres también pueden solas. Ese fue el aspecto que marcó la creación de la Comparsa Negrita de Montecristo”, dijo María Marcela. 

En los últimos 20 años, los colores emblemáticos de la comparsa, el rojo y la bolita blanca, han simbolizado la fuerza y la determinación de las mujeres barranquilleras. Con cada paso en el desfile, las Negritas Puloy de Montecristo reafirman su mensaje de empoderamiento y libertad, invitando a todas las mujeres a unirse a la celebración y disfrutar del Carnaval en su máxima expresión.

En medio de la música y la danza , las Negritas Puloy de Montecristo continúan iluminando las calles de Barranquilla con su encanto, demostrando que el espíritu de las fiestas vive en cada una de ellas y en la historia que han construido a lo largo de cuatro décadas de tradición y pasión.